Dentro de las ya complicadas relaciones internacionales en Oriente Próximo aparece un nuevo elemento relacionado con los convulsos equilibrios politico economómicos entre países de la zona. En particular, en este post, he querido mostrar cierta noticia sobre el planteamiento que desde el gobierno Iraquí se está planteando para tener otra salida al mar para su comercio y distribución de materias primas evitando el Golfo pérsico. Hablo del enlace ferroviario entre Bagdad y Aqaba en Jordania. La noticia aunque escueta es la siguiente:
El planteamiento es muy sencillo. Se basa en la construcción de una línea férrea entre ambos países vecinos, para que Iraq, tuviera una salida al Mar Rojo, evitando la península Arábiga y el Golfo Pérsico. Gráficamente ( pulsar sobre la imagen para ver en tamaño grande )
Una línea para uso mixto, para velocidades de 140 Km/h, y construida para funcionar bajo una de las condiciones de temperatura y humedad más agresivas del planeta, además de con estrictas medidas de seguridad que eviten los atentados. No es un reto sencillo, pero si es un reto muy interesante para la estabilidad y paz de la zona.
Francisco Díaz Pardo
Autor de Geotren
Ingeniero en Telecomunicaciones (Universidad de Sevilla)
Máster en Sistemas Ferroviarios (Universdad Pontificia de Comillas-ICAI)
Docente del Sistema Público de Educación en la Comunidad de Madrid